En un reciente evento político el 10 de agosto de 2024, la renombrada cantante Celine Dion se burló del expresidente Donald Trump por utilizar la canción «My Heart Will Go On» en un mitin. La artista expresó su descontento y dejó en claro que no estaba de acuerdo con que su música fuera asociada con Trump y su agenda política.
La canción, originalmente interpretada por Dion para la exitosa película «Titanic», se convirtió en un himno de amor y esperanza para muchos fans alrededor del mundo. La elección de Trump de incluir esta melodía icónica en su evento desató críticas y controversia.
La reacción de Celine Dion
«Me entristece profundamente que mi música sea utilizada de esta manera. No apruebo las acciones ni las palabras de Donald Trump y quiero dejar en claro que no tengo ninguna relación con él», declaró Dion en una declaración oficial.
Esta inesperada confrontación entre la famosa cantante y el exmandatario llamó la atención de los medios y generó un debate en torno al uso de la música con fines políticos.
Impacto en la opinión pública
La postura firme de Celine Dion ante el uso de su canción por parte de Trump resalta la importancia de los artistas en controlar la narrativa y el contexto en el que se utiliza su trabajo creativo. Este incidente pone de manifiesto el poder de la música para transmitir mensajes y sus implicaciones en el ámbito político.