Jude Law reveló que se atiborró de pasta y helado hasta altas horas de la noche para prepararse para su papel como Enrique VIII en la película «Firebrand». Este cambio físico fue necesario debido a la naturaleza del personaje histórico, conocido por su corpulencia en la última etapa de su vida. El actor de 51 años no tuvo mucho tiempo para prepararse para este icónico papel de la realeza inglesa, pero logró adaptarse rápidamente a los requisitos físicos del rol. Según Law, esta es la manera en que abordó su transformación para convertirse en un Enrique VIII más mafioso. Sin embargo, la decisión no ha sido bien recibida por todos, ya que los monárquicos ingleses han expresado su descontento con esta representación. La información fue reportada recientemente por varios medios.